La industria de la moda a lo largo de la historia ha causado daño en el medio ambiente, lamentablemente, aunque esto no sea un secreto, la manera de actuar de este negocio no ha cambiado; aprender a percibir la moda de una manera diferente podría empezar a generar cambios positivos en el mundo. Gracias a las nuevas tecnologías hoy en día se puede reinventar la moda llevando a esta industria a un futuro más sustentable.
La tecnología y el fenómeno de la globalización ha permitido que las tiendas de ropa puedan influir masivamente al consumidor por redes sociales con campañas, fotografías y bajos precios generando una urgencia de consumir continuamente en sus clientes. Estas herramientas digitales también pueden ser usadas responsablemente y con el fin de educar a la gente, creando una nueva cultura de consumo.
Los usuarios de redes sociales han generado una vida paralela a su vida real en dicho espacio, por lo que se ha vuelto importante para cada uno de ellos el contenido que publican. Las redes sociales han dado apertura a los usuarios para que puedan generar su propia marca personal, llevando a muchos a convertirse en influenciadores debido a que, su audiencia crece lo suficiente, su contenido podría llegar a ser monetizado.
Los influencers, sobre todo los de moda, pueden llegar a caer en este consumo obsesivo de prendas. Esto se debe a que las tendencias de moda son cada vez más fugaces y su contenido debe mostrar las últimas tendencias. Las prendas generalmente son adquiridas en tiendas de fast fashion debido a su bajo precio; lo que les permite cambiar constantemente de looks sin gastar mucho. Este tipo de comportamiento puede llevar a una persona a contener muchas prendas en su armario que se usaron pocas veces o incluso algunas que no se usaron.
La sociedad ha generado culturalmente una conducta consumista, en donde se acostumbra a percibir la materialidad como concepto de éxito, por lo tanto, el “tener más” tiene un enfoque positivo. Lamentablemente para la realidad actual del planeta y la emergencia climática que se vive, “más” no es una opción. Es necesario reinventar los productos que la sociedad consume para que lo sigan haciendo, pero de forma responsable.
Actualmente gracias a las nuevas tecnologías es posible reinventar la manera de percibir el mundo; hoy una imagen transmite más que miles de palabras, lo visual tiene mucho peso y valor. Por ejemplo: Instagram es una de las redes sociales más utilizadas hoy en día, basada en imágenes y videos con descripciones cortas. En esta red social se exhiben productos o estilos de vida que invitan a ser consumidos o imitados, donde muchas veces los usuarios no tienen claro de que se trata realmente.
La realidad detrás de esto es que la mayoría de las cosas expuestas, no son reales. Se trata de escenas armadas para generar una sensación de urgencia en el usuario, creando un hábito compulsivo de compra. Actualmente una frase escuchada a menudo es: “necesito tener eso”, incluso se pueden registrar miles de comentarios en Instagram en los que los usuarios postean esa frase; estas necesidades inexistentes para el consumidor se vuelven reales llevándolos a consumir compulsivamente.
Una manera de analizar la aceptación de un producto, es justamente por medio de las redes sociales. Incluso muchos de los objetos que se presentan son solo piezas modeladas en tres dimensiones. Estas sirven para realizar publicidad, estudios de mercado, conceptualizaciones y en general medir la aprobación que el mismo tendrá en el mercado, pero no existen. Este tipo de ejemplos se encuentran muy avanzados en el diseño industrial y arquitectura.
El uso de modelos 3D generalmente es para proyectos arquitectónicos, aunque también se puede utilizar para productos. En los proyectos arquitectónicos permiten a los clientes potenciales observar los diferentes espacios y ventajas que ofrece. Para productos se puede utilizar para mostrar un concepto o un futuro lanzamiento. (BPN, 2016)
El mundo atraviesa la era digital, ¿por qué no hacer lo mismo con la indumentaria y llevarla a otro nivel? Actualmente existen varios programas de 3D especializados que permiten generar proyectos con prendas hiperrealistas, esto quiere decir que, por medio de un proceso de texturización de superficies se logran acabados similares a la realidad. El planeta necesita que el ser humano empiece a consumir con conciencia, sobretodo ahora que existen opciones. La moda virtual es una tendencia que puede señalar el futuro de la industria, un futuro sustentable.
Ahora que los mundos virtuales son una realidad en el escenario de cada usuario sobretodo si se habla de internet y redes sociales, es posible reinventar la moda llevándola a este mundo. Es por eso que este proyecto tiene como fin cambiar la percepción de las personas sobre la materialidad y la manera de consumir, debido a que la moda se presenta como una manera de expresión que puede ser manifestada en distintos espacios.
Uno de los usuarios objetivos de este proyecto son los influencers, debido a que son quienes se encargan de promover las tendencias en la actualidad. Esta es una manera de impulsar a que ellos consuman diferente y por ende el resto de sus seguidores, ofreciéndoles una nueva experiencia que encaja perfecto en su mundo virtual, donde se manejan día a día.
En el 2020 el mundo atraviesa una pandemia debido al COVID-19. Lo que ha llevado a que las personas tengan que adaptarse al distanciamiento social y el uso de espacios digitales para seguir con sus actividades. Un mundo en el que no se encontró la cura para la pandemia y el ser humano tuvo que aprender a sobrellevarlo, será la inspiración para la colección digital de este proyecto.
