fbpx

Surrealismo, más allá de una forma de pensar

Para entender cualquier escuela de arte con sus conceptos, patrones, premisas, técnicas, filosofía y todo lo que la engloba es de suma importancia adentrarse en su contexto histórico, comprendiendo de esta manera su núcleo, lo que conforma su esencia. El surrealismo, como no puede ser de otra manera, también tiene un muy rico contexto histórico, varias influencias y exponentes en diferentes ramas del arte.

El término surrealismo nace en el seno europeo en la primera mitad del siglo veinte, siendo la conjunción de   dos palabras del idioma francés, sur que significa sobre y réalisme que significa realidad. El punto etimológico denota la naturaleza de este movimiento, el cual implementa el concepto de lo que está fuera de la realidad, tomando esto en cuenta se puede analizar su contexto histórico y por qué esta necesidad de despegarse de lo racional.

El surrealismo más allá de ser un movimiento artístico, presente en todas las artes plásticas y la literatura, es una escuela de pensamiento con la trágica insignia de la posguerra, puesto que dio sus primeros pasos de la mano de su creador André Breton en el año 1916 en paralelo a la gran guerra, su precursor termina la publicación de su manifiesto surrealista en el año de 1924 conformando una comunidad de ilustres individuos afines a sus postulados; tomando este punto de partida se vislumbra la necesidad de los surrealistas de divorciarse del pensamiento lógico, que tras dominar en el siglo de la razón dio como resultado la destrucción de toda Europa y las deshumanas prácticas de la primera guerra mundial. 

Paralelo a esta realidad o como resultado de la misma se empezaron a hacer avances en diferentes campos del pensamiento, uno de los más importantes para los postulados de Breton fueron los escritos de Freud. El padre del psicoanálisis dividió al individuo en varios aspectos de su psique, el yo, superyó, el ello, el consciente y el subconsciente; en este último es el que más se interesó Breton, en el cual habita el ser humano real, lo onírico y por su puesto el mundo que está más allá de lo real.

Lo que se busca con este separación o rechazo de lo existente es liberar la esencia del humano haciendo un reclamo de libertad, una revolución de lo no programado y lo inconsecuente “non sequitur”, por esto se implementaron técnicas que evoquen a estos aspectos como el collage, el juego con la perspectiva que en muchas ocasiones era incongruentes, la deformación de los individuos y objetos buscando nuevas formas, el cadáver exquisito que es la colaboración de varios artistas en una misma obra sin contemplar lo figurativo, el dibujo y la escritura automático que mediante conceptos inconexos busca la conformación de un todo, todo esto es el espíritu del surrealismo, tomando influencia de la pintura fantástica de Chirico y el Bosco  además de beber de la fuente de la creatividad del arte de los locos y los niños quienes son libres de preceptos sociales.

Si bien la posguerra ya pasó hace mucho tiempo y el espíritu del surrealismo no calza a la perfección con la construcción ideológica del agitado mundo actual en su constante aceleración, la tecnología ha cambiado, la literatura y el arte han cambiado, pero en este mundo tan distinto en su sempiterna evolución existen obras que respiran el espíritu del surrealismo y aprovechan las nuevas tendencias para crear, un pequeño ejemplo de este puede ser el arte digital.

Quieres aprender a elaborar tus propios escenarios surrealistas con Photoshop. Te invitamos a revisar nuestro curso de Escenarios Surrealistas. ¡Te esperamos!

Compartir:

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn
admin

admin

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos Relacionados

centro bauhaus
¿Necesitas ayuda?