Todo proyecto de diseño interior lleva consigo la gran responsabilidad de crear un ambiente que propicie las condiciones adecuadas para que sea habitable, funcional y estético. En el caso de centros especializados para el cuidado esta vara se ubica mucho más alto.
El concepto de inclusividad dentro del diseño de espacios y la arquitectura busca crear entornos habitables para todas las personas en igualdad de condiciones y sin discriminación de sus capacidades especiales, es así como actualmente se pueden encontrar espacios amigables para personas con deficiencia visual, auditiva y de movimiento, sin embargo, existe muy poco orientado a la accesibilidad cognitiva y sensorial que favorece especialmente a las personas con Autismo. Para las personas con asperger o cualquier Trastorno del Espectro Autista (TEA), la sensación percibida ante estímulos externos como: el sonido, la luz, los colores, las texturas, etc., juega un papel importante ya que debido a la dificultad que poseen para procesar la información sensorial proveniente de su entorno, dichos estímulos pueden limitar su capacidad para desenvolverse de manera libre y cómoda en un entorno cotidiano.
La arquitectura por su parte ha ido incorporando soluciones inclusivas en entornos públicos para que estos sean más amigables para las personas con autismo, sin embargo, esta es una de las problemáticas que suponen una ardua tarea dada la enorme variedad de características que una persona con autismo puede presentar, es difícil crear un entorno que sirva igual para todos, desde la hipersensibilidad hasta la hiposensibilidad, existe una amplia gama de aspectos que deben ser tomados en cuenta cuidadosamente respecto al manejo de los elementos sensoriales para que faciliten las funciones y actividades de los individuos, en especial aquellos con necesidades especiales.
Por otra parte, además de los retos sensoriales, las personas con Autismo día a día deben batallar con más de un limitante como son: el presupuesto necesario para diagnóstico y terapias en contraste con la realidad socioeconómica de sus familias, acceso a un espacio educativo especializado, visibilidad y apoyo por parte del gobierno y sobre todo conciencia y tolerancia por parte de la sociedad. Esto ha degradado en que los esfuerzos en pro del bienestar de este grupo vulnerable sean mínimos.
Ahora bien, pese al reto que constituye la adecuación de espacios públicos mencionada anteriormente, entre las varias tipologías existentes de espacios públicos, los centros terapéuticos constituyen un lugar cuyo entorno puede intervenirse de una manera más controlada gracias a su especialización o enfoque, lo cual puede ser aprovechado como una ventaja, es así como se tienen centros de terapia especializados en niños con Autismo en donde el interiorismo debe ser considerado desde un punto de vista mucho más allá del estético y funcional, desde un punto de vista terapéutico, en donde es indispensable propiciar un ambiente confortable, amigable y estimulante para potenciar la efectividad de las actividades de terapia y aprendizaje, bloqueando elementos que puedan resultar demasiado abrumadores para los niños, y logrando con esto un mayor grado de recepción.
Debido a la gran amplitud de desórdenes del desarrollo contenidas dentro del TEA, el presente proyecto de titulación se enfoca en realizar una investigación exhaustiva a través de las diferentes problemáticas relacionadas con los niños que padecen de Asperger, el cual es considerado como un tipo de Autismo de alto funcionamiento, abordando para empezar un tema primordial que es el de la familia como corresponsal del desarrollo emocional del niño, tan importante dentro del campo terapéutico, así como también realizar la búsqueda de las alternativas sensoriales más efectivas para su tratamiento, y de esta manera generar un espacio de terapia basado en las mejores prácticas recomendadas por especialistas en la materia.
